Nombre
científico o latino: Albizia
julibrissin Durazz.
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Nombre común o vulgar: Acacia de Constantinopla, Albizia, Arbol de
la seda, Parasol de la China, Árbol de Constantinopla, Árbol de las
sedas, Acacia de Persia, Acacia persa, Acacia taperera.
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Familia: Leguminosae.
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Origen: De Irán a China, Taiwán. Asia subtropical.
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Distribución: planta muy extendida por el cultivo. Se introdujo en
Europa en 1745. También ha sido cultivada en Estados Unidos y Africa
tropical. Su presencia es muy habitual en todas las zonas costeras
españolas.
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Altura de 8-12m. Diámetro 6-8m.
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Bellísimo árbol de largas ramificaciones, a menudo combadas, y
follaje muy elegante, parecido al de los helechos.
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En otoño pierde su delicado follaje dado por la intensa división de
las hojas en pequeñas partes independientes llamadas folíolos,
insertados de manera ordenada a ambos lados de los nervios
foliares.
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Hojas alternas, dispuestas en penachos terminales, bipinnadas, con
7-12 pares de pinnas cada una con 16-40 pares de folíolos.
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Florece en el verano y principios del otoño, a partir de junio (o
finales de mayo en algunos años), hasta septiembre, octubre o
incluso noviembre. Los frutos maduran el otoño y éstos se mantienen
bastante tiempo sin caer.
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Flores perfumadas, reunidas en mazos de crestas sedosas de color
crema y rosa carmín.
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Muy atractiva en floración, la que en nuestro medio se produce desde
fines de primavera hasta comienzos del verano.
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Legumbres rectas o subfalcadas, colgantes, aplanadas, castañas, de
10-20 cm de largo.
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Existe una variedad conocida como 'Rosea', con flores de intenso
color rosado y que admite ser cultivada en regiones menos cálidas.
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Produce una sombra amplia pero ligera.
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Es apreciada en jardinería por su agradable follaje y por sus flores
bastante vistosas, siendo muy cultivada en calles, plazas y jardines.
Uso: aislado, en grupos y en paseos y en pies aislados.
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Humedad: Durante el primer año de vida del ejemplar conviene regarlo
bisemanalmente en verano y semanalmente durante las estaciones
intermedias. En años sucesivos puede reducirse el riego debido a que
ahora ya el aparato radical puede obtener del terreno la humedad
precisa.
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La Acacia de Constantinopla requiere un ambiente cálido y pleno
sol.
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Con el terreno no es muy exigente, aunque prefiere los de naturaleza
alcalina y poco húmedo.
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Tolera el mar.
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Sin plagas ni enfermedades destacables.
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Se multiplica por semillas y las variedades por esquejes.
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Las estacas de tallo no enraízan, pero se tiene éxito haciendo
enraizar estacas de raíz de varios centímetros de lagro y de 1.5 cm
o más de diámetro, tomadas y plantadas a comienzos de primavera.
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Las semillas, debido a sus cubiertas impermeables, requieren
tratamiento con agua hirviendo 5 segundos seguido de agua corriente a
temperatura ambiente durante 24h. Siembra directa en otoño o
primavera.