Con un follaje de color púrpura que recuerda al chocolate, la conocida como Acacia de Constantinopla, la Albizia Julibrissin, puede ser un gran elemento decorativo para tu jardín.

Se trata de un árbol caducifolio muy elegante, con largas ramificaciones angulosas y sin pelos que forman una copa amplia, extendida y plana en la parte superior, similar a una sombrilla, que proyecta una sombra ligera. Es por eso que, aunque se utilizan más como ejemplares aislados por su encantadora belleza, también se cultivan en grupos para crear zonas de sombra. Además del color oscuro de sus hojas, lo más destacable es su larga y espectacular floración durante todo el verano y principios de otoño: a partir de junio hasta principios de octubre. Sus flores perfumadas son de un color rosa muy llamativo y forman ramilletes al final de las ramas, algo que, junto a su oscuro y profundo follaje, destaca de manera espectacular.

Para el cultivo, se comporta en todos los aspectos como el resto de variedades. Lo ideal es que realices la plantación en primavera o en otoño y la ubiques en un lugar a pleno sol o a semi sombra, protegida de los vientos más fríos. Se adapta a todo tipo de suelo, siempre que esté bien drenado, y no necesita demasiado riego (con una vez por semana en invierno y dos en verano, será suficiente). Abónala con estiércol anualmente y aplícale fertilizante mineral una vez al mes durante el periodo de floración. Aunque no es necesario podarla con regularidad, puedes guiarla con un tronco principal y podarla cuando es joven justo antes de la floración para controlar su crecimiento, darle forma y favorecer más ramificaciones de gran efecto. Es una especie que no suele ser atacada por plagas ni enfermedades, así que, con pocos cuidados, tendrás en tu espacio exterior un bello árbol que puede alcanzar los 10 metros de altura y puede llegar a vivir 30 años.

Producto en cepellón, de 40 / 60 cm. de altura

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